Exitoso implante de un corazón artificial
Ese gigantesco progreso científico fue logrado por
un equipo
del hospital Georges Pompidou, de París, que colocó en el tórax de un hombre
-no identificado- un corazón diseñado por el cardiocirujano Alain Carpentier y
realizado por la empresa Carmat.
"La prótesis comenzó a asegurar de inmediato un flujo
(sanguíneo) normal", precisó el primer comunicado médico. El paciente, de
75 años, se encuentra aún en recuperación en la sala de terapia posoperatoria,
pero su estado es ampliamente satisfactorio: "Está despierto, dialoga con
su familia y hace pocos minutos estuvo hablando
conmigo", relató el cirujano Christian Latremouille, encargado de realizar el implante junto a su colega Daniel Duveau.
conmigo", relató el cirujano Christian Latremouille, encargado de realizar el implante junto a su colega Daniel Duveau.
La histórica intervención efectuada el miércoles último, 46
años después del primer trasplante cardíaco, realizado por Christian Barnard el
3 de diciembre de 1967, movilizó un equipo de 16 personas y duró 12 horas. La
prótesis injertada pesa 900 gramos, casi tres veces el peso del órgano natural.
El padre de este corazón artificial, Alain Carpentier,
alcanzó notoriedad mundial por haber inventado las válvulas cardíacas
Carpentier-Edwards, fabricadas a partir de tejidos animales. Esta nueva
prótesis que diseñó tras 25 años de investigaciones tiene cuatro válvulas y dos
ventrículos que garantizan "una funcionalidad y una durabilidad"
ejemplares.
"Reproduce exactamente el funcionamiento del corazón
humano con dos ventrículos que movilizan la sangre como lo haría el músculo
cardíaco, y sensores que permiten acelerar o desacelerar el ritmo, o aumentar o
disminuir el flujo".
"Si el enfermo duerme, el ritmo cardíaco disminuye. Si
sube escaleras, se acelera. No tiene nada que ver con una simple bomba mecánica
-aclaró el cirujano. Como se adapta al esfuerzo sin problema, cumple el
objetivo de devolverle al paciente su total autonomía".
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